Ghosting, orbiting, love bombing y otros vínculos del siglo XXI
Las relaciones humanas han experimentado transformaciones profundas con la irrupción de las redes sociales y las aplicaciones de citas.
Un cambio que se refleja en la proliferación de términos que buscan describir las nuevas conductas, dinámicas y desafíos del amor en tiempos de likes.
Estos son algunos de los más importantes:
Ghosting: Una de las palabras más emblemáticas del nuevo diccionario relacional. Según Psychology Today, el ghosting consiste en cortar todo contacto con otra persona —ya sea una pareja, una cita ocasional o alguien con quien se compartió una conexión emocional— ignorando sus mensajes hasta que, por ausencia de respuesta, la otra parte comprende que el vínculo ha terminado.
Zombieing: Según Cosmopolitan, el zombieing describe el regreso inesperado de quien previamente aplicó ghosting. La persona que lo practica reaparece de forma sorpresiva en la vida digital de quien abandonó, ya sea con justificaciones vagas o, en ocasiones, como si nada hubiese ocurrido, sin reconocimiento del daño causado.
Orbiting: De esto hablamos hace unas semanas. El término orbiting se refiere a quien ha dejado de involucrarse activamente, pero mantiene una presencia digital constante y visible: observa, da likes, visualiza historias, comenta ocasionalmente… sin establecer comunicación directa ni ofrecer un cierre claro. Esta conducta mantiene a la persona orbitada en una suerte de limbo emocional, sintiendo la presencia del otro sin certezas ni compromisos.
Benching: Según Psychology Today, el benching es la práctica de “dejar en la banca” a alguien. Como en los deportes, la persona bencheada queda a la espera: recibe interacciones mínimas —likes, reacciones breves, comentarios ocasionales— pero nunca un compromiso real ni el inicio de una relación concreta. El objetivo suele ser mantener abiertas varias opciones, conservando el vínculo latente por si resulta útil retomarlo.
Love bombing: El love bombing es una táctica de manipulación emocional que consiste en desbordar a alguien con gestos intensos de afecto, elogios y promesas desde las primeras etapas del vínculo. Aunque al principio puede parecer halagador, pronto se convierte en un mecanismo de control diseñado para ganar la confianza rápidamente y generar dependencia emocional. Quien lo ejerce busca volverse indispensable, ocupando un lugar central en la vida de la otra persona.